Los días 11 y 12 de abril de 2024 organizamos una Jornada Canaria en la Universidad de Zúrich. El día 11 comenzamos con una reunión interna con nuestros colaboradores del proyecto: Cristina Peña Rueda, Miriam Bouzouita, Ana Estrada Arraéz (in situ) y Enrique Pato (conectado desde la distancia en Canadá). Nos faltó Mónica Castillo Lluch, que no pudo escaparse de sus obligaciones en Lausana. En esa reunión nos pusimos al día sobre el estado actual de los materiales del proyecto (actualmente estamos preparando los materiales obtenidos en la encuesta que hicimos el verano pasado en La Gomera) y planeamos nuestros próximos pasos para sacar rendimiento a los datos que hemos ido recogiendo en Rurican. Además charlamos muchísimo sobre el español en Canarias; así estamos de contentos tras nuestra comida en la ETH de Zürich:
El día 12 era la jornada pública y el plato fuerte. Por la mañana tuvimos una sesión de charlas: a primera hora presentamos algunos resultados preliminares del proyecto Rurican, pues estamos ya analizando los datos de las entrevistas de La Palma. Os ofrecemos tres avances. Primero, la variación lingüística que encontramos en la isla de La Palma parece responder a razones sociales y no geográficas, en dirección de una creciente extensión de las formas más estándar y menos marcadas como rurales. Segundo, la segunda persona en la isla es una mina: no solo encontramos alternancia tradicional de las formas de vosotros y ustedes (ustedes vos vais por ahí), como ya nos decía la bibliografía y nuestra experiencia, ¡sino que encontramos formas voseantes (por ejemplo, vos sois todos grandes o tú sos más práctico que yo)! Tercero, los tiempos de pasado también van a ser interesantes y nuestros datos muestran que, además del uso del pretérito perfecto simple en contextos como hoy desayuné podemos encontrar también hoy he desayunado: estamos analizando una familia casi entera para ver cómo se reparten estos usos.
Después tuvimos una conferencia brillante de Marta Samper, profesora titular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y miembro de número de la Academia Canaria de la Lengua. La conferencia se titulaba “Creencias y actitudes de los hablantes canarios hacia las variedades del español” y nos mostró una panorámica del estado actual del español en Las Palmas que sirvió para luego analizar algunas creencias y actitudes sobre esta variedad. Por ejemplo, es frecuente imitar el habla canaria con elisiones de la /d/ intervocálica (¿unas papitas arrugás?), pero en realidad la pérdida de esta consonante en Las Palmas es tan frecuente como en Madrid (donde el estereotipo, también falso, es el contrario: “En Madrid son tan finos que los perros dicen guado y los gatos, miado”). Otro aspecto de las creencias de los hablantes sobre las distintas variedades que nos interesa mucho a los lingüistas son las actitudes y valoraciones de estas: los resultados del proyecto PRECAVES XXI muestran que los canarios de Las Palmas valoran su variedad de forma en general muy positiva: en comparación con la castellana es más suave, más agradable, más cercana, bonita y divertida. Sin embargo, consideran que la variedad castellana es más clara y urbana que la suya propia. Una última curiosidad: los hablantes de Las Palmas identifican como muy parecido al suyo… ¡el español chileno!
La última conferencia de la jornada estuvo a cargo del doctor Humberto Hernández Hernández, catedrático jubilado de la Universidad de La Laguna y en la actualidad presidente de la Academia Canaria de la Lengua. Durante su intervención, explicó a los asistentes en qué consiste la labor de la Academia Canaria en distintos ámbitos, que abarcan, entre otros, la investigación, las publicaciones y la divulgación. Entre los muchos aspectos de los que trató en su conferencia, podemos destacar la labor que llevan a cabo en torno a la difusión de la norma del español en Canarias, algo que hacen, sobre todo, a través de un sistema de consultas al que cualquier persona puede acceder a través de su página web, bien sea para buscar las respuestas que la Academia ha dado a las preguntas de otros usuarios, bien sea para formular nuevas preguntas e inquietudes. En este sentido, esta herramienta tiene la utilidad de servir como guía para que los hablantes puedan conocer mejor los diversos aspectos de la variedad canaria del español, así como también les permite solucionar aquellas dudas que se presenten sobre sus diversos usos, bien sea en el plano del léxico, el de la gramática o el de la pronunciación. Asimismo, habló del Corpus del Español de Canarias (CORPECAN), que es un proyecto en marcha que consiste en la creación de un corpus que recogerá el habla de todas las islas canarias a través de entrevistas, lo que permitirá recoger nuevos datos sobre diferentes fenómenos lingüísticos presentes en el habla de Canarias. Al finalizar la conferencia, hubo un espacio dedicado para preguntas y comentarios en el que se pudo establecer un diálogo entre los expertos invitados y otros profesores y miembros del proyecto Rurican.
Por la tarde, proyectamos Mararía (1998), película dirigida por Antonio Betancor y premiada con un Goya en la categoría de ‘Mejor fotografía’. La película está inspirada en la novela homónima de Rafael Arozarena, considerado uno de los escritores canarios más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Tras la misma, hubo una interesante charla en la que el profesor Humberto Hernández, quien conoció a Arozarena, recordaba cómo para el autor de la novela esta había sido, paradójicamente, uno de sus peores escritos. La película, ambientada en la isla de Lanzarote (aunque algunas escenas fueron rodadas en Gran Canaria), relata una historia de amor con un desenlace trágico marcado por los celos y ofrece un retrato de la sociedad lanzaroteña durante la primera mitad del siglo pasado.
Terminada la película y para superar el shock dramático, tanto los invitados como los estudiantes que asistieron y los miembros del proyecto RurICan disfrutamos de un delicioso piscolabis en el que no faltaron los quesos canarios, mojo, almogrote, bizcocho de gofio y los famosos Batatitos de Lanzarote.