Del 25 de junio hasta el 1 de julio de 2023, un equipo de 35 personas de las universidades de Zúrich, Lausana y Humboldt de Berlín hizo una campaña de encuestas para el proyecto Rurican en La Gomera. Algunos estudiantes de la Universidad de Zúrich han escrito breves testimonios del viaje: este es uno de ellos, escrito por Andersen Wu.
El silbo gomero
Estimada lectora y estimado lector, el objetivo de nuestra expedición a la Gomera ha sido la adquisición de datos sobre el habla nativa de esta preciosísima isla, ¿verdad? Hemos observado una serie de fenómenos lingüísticos autóctonos que la distingue de las variedades peninsulares, o del “hablar de los godos”. Si se les atribuyen a los españoles de la Península la herencia germánica, de tal modo, les sucede algo similar a los canarios. Los últimos siempre han estado en estrecho lazo cultural con África. Como aprendí en mi visita al Museo arqueológico de La Gomera, existe relativa unanimidad entre los historiadores de que los guanches, los habitantes prehispánicos, descienden de los bereberes. De ellos se han mantenido muchas costumbres antiguas. Una de ellas es el silbo.
Quizás te preguntas, ¿qué significados tiene cuando sales a la calle y oyes alguien silbar? En un estadio generalmente silbamos para provocar y desmoralizar a los jugadores del equipo oponente. En algunos barrios de una gran ciudad, si eres chica y te cruzas con un grupo de chicos maravillados por tu belleza, puede que te tiren los trastos con silbidos. O simplemente esperas tu autobús en una parada por la mañana y escuchas a alguien silbar la melodía del último éxito de reggaetón que acaba de salir en Youtube. En los primeros casos definitivamente estamos en el campo de la pragmática, la rama de la lingüística que estudia “los enunciados que profieren [los hablantes] y las diversas circunstancias que concurren en la comunicación” (DLE).
Sin embargo, el silbo gomero es un código de lengua que sirve para transmitir contenidos informativos a nivel semántico, la rama que “estudia el significado de las unidades lingüísticas y de sus combinaciones” (DLE). No obstante, no se trata de una lengua en sí mismo, sino los segmentos de una secuencia silbada representan fonemas, palabras y sintagmas (cf. Trujillo 1978, 9) de una oración en lengua española. De modo similar, estos segmentos también pueden codificar fonemas de otro idioma como por ejemplo del inglés.
Como explica Trujillo en El silbo gomero: análisis lingüístico (1978), esta forma de comunicación particular despierta el interés de los estudiosos por el hecho de “que posee, a imitación de los lenguajes naturales, una estructura doblemente articulada” (pág. 6), es decir, dispone de un nivel de unidades mínimas con significado y de uno de segmentos acústicos como unidades mínimas distintivas. Este sistema es el que aplicamos también al hablar de una lengua “natural”. De manera similar al habla el silbo trabaja con las diferencias cualitativas de estas unidades fónicas que se llaman fonemas. Ocurre, por lo contrario, que en el silbo solo es posible la diferenciación en la altura tonal entre grave (articulación con un cierto alargamiento del canal bucal) y agudo (la lengua divide el canal bucal en dos partes de resonancia) y la diferenciación en el carácter de la línea melódica entre interrupto (con un cierre completo de la salida del flujo de aire) y continuo(el flujo de aire continua sin estecierre). La oposición de cualidad tonal entre denso (articulación sobre la faringe) y difuso (articulación sobre los dientes o/y los labios), un criterio muy relevante en el habla, con todo, no se produce en este código tan fascinante como auténtico de la verdísima Gomera.