Congreso / colóquio internacional

25-27. 09. 2025

UZH, RAA-G-01

Prof. Dr. Adriana López-Labourdette (UZH) y Dr. Aderivaldo Ramos de Santana (ITAN, UFRRJ)

Resumen

El coloquio internacional “Otro espectro recorre el mundo. Práticas, políticas e estéticas memorialísticas da escravidão na América Latina e no Caribe.” propone reunir a académicos de diferentes disciplinas, activistas y artistas para examinar y debatir los modos en que la memoria de la esclavitud sigue marcando las sociedades contemporáneas. En un momento de creciente alza de la extrema derecha global y sus intentos por desvirtuar o eliminar la responsabilidad histórica frente a los horrores del pasado, este congreso se presenta como un espacio vital para la reflexión sobre imaginarios de la violencia. Allí donde los trabajos en torno al Atlántico negro y a sus respectivos procesos de esclavización en la sociedad estadounidense se han hecho visibles, apenas se le ha prestado atención a su contraparte al sur del Río Bravo. De ahí que, en el marco de este coloquio transdisciplinar, nos enfocaremos en la memoria colectiva en torno a la esclavitud en América Latina y el Caribe, reconociendo su profundidad, complejidad y consecuencias contemporáneas, desde una perspectiva cultural, poscolonial y decolonial.

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La esclavitud y la trata esclavista representan uno de los capítulos más sombríos y persistentes de la civilización humana, dejando una huella indeleble en las sociedades, culturas e individuos de todo el mundo. Este legado del horror se manifiesta de manera especialmente profunda en sociedades atravesadas por la cultura de la plantación, que sirvió como principio y fin de la trata de esclavos. En los últimos años han estado marcados por eventos impactantes como el asesinato de George Floyd, el movimiento de derribo de estatuas y los llamamientos crecientes a favor de enjuiciamientos y reparaciones ha surgido un creciente interés por explorar la intrincada y polifacética relación entre la memoria y el legado de la esclavización en diversos espacios, como debates públicos, agendas culturales, universidades, redes sociales y foros políticos, agrupaciones de activistas y movimientos de pensamiento afro, entre otros.

Vivimos en un tiempo donde las memorias, según señala Huyssen (2003), ocupan un lugar primordial en las agendas políticas y sociales, los medios de comunicación y las producciones culturales y estéticas. Vivimos también en un tiempo de desmemorias, de luchas de memorias y de urgencia de memorias. En el contexto latinoamericano y caribeño, las constantes reflexiones sobre los procesos de conquista, colonización, independencias y Modernidades constituyen la base de una larga tradición de procesos memorialísticos que buscan comprender el pasado para afirmarse en el presente y proyectarse hacia el futuro. Dichos pasados emergen como violencia contra culturas ancestrales, territorios, medio ambiente, tradiciones religiosas no cristianas y, especialmente, culturas negras. Al mismo tiempo, dichos procesos memorialísticos muestran un explícito propósito de reivindicar y dar visibilidad a grupos sociales excluidos, explotados y aniquilados.

En la actual pulsión memorialística, la cuestión negra, abordada, entre otras, por teorías y prácticas decoloniales (Maldonado-Torres et al. 2018, Castro-Gimez et al. 2014), y afrofeminismos (Carneiro 2011, Ribeiro 2019, Curiel / Falcony 2021), ha propiciado un fecundo entrecruce entre el cuarto ciclo de la raza (Laó Montes 2011, 2013) y los estudios mnemónicos en torno a la esclavitud en América Latina y el Caribe (Vergès 2006, Rediker 2007, Kilomba 2008, Trouillot 2015, Araujo 2020, Fernández Campa 2023). Siguiendo una larga reflexión en torno a cuestiones raza y subalternidad (Fanon 1962 y 1961), la perspectiva decolonial, además, nos invita a cuestionar y desmantelar las estructuras de poder/saber impuestas por el colonialismo, explorando cómo dichas estructuras continúan influyendo en las narrativas y representaciones de la esclavitud.

Un espectro recorre el mundo, y ese espectro ya no es, como proponía Derrida, el espectro de Marx, sino el de la esclavitud, que, sin haberse ido del todo, retorna y re-actúa (re-enact) las violencias y resistencias asociadas a ella (Owusu 2019). La espectralidad, entendida como una forma de conexión que se establece en la lejanía, supone un constante devenir, una unión en lo no visible, en lo indecible o susurrado. Allí donde la posibilidad de testimoniar parece imposible en el silencio o la ausencia de palabra, el espectro actúa como testigo de su propia no presencia. Los espectros dan testimonio de ausencias y, a su vez, atestiguan lo que no puede ser testimoniado. La presencia de este espectro nunca desaparecido del todo, su latencia y su fuerza contestan los procesos de silenciamiento y borradura a los que han sido sometida la memoria negra dentro de las gramáticas culturales locales y globales. Pero, sobre todo, el fantasma de la esclavitud hace visible los modos en que las comunidades negras toman la voz y ponen sus cuerpos en el amplio diapasón de sus resistencias.

Partiendo de la noción de espectralidad (Derrida 1994, Baucom 2005, Malabou 2010, Fischer 2013), el Congreso Internacional «Otro espectro recorre el mundo. Práticas, políticas e estéticas memorialísticas da escravidão na América Latina e no Caribe.» invita a académicos, activistas y profesionales a reflexionar sobre los aportes, modos/nodos, dispositivos y agenciamientos de estas memorias desde nuestra contemporaneidad, teniendo en cuenta la perspectiva decolonial y los debates sobre reparaciones. Siguiendo la idea de «actos de memoria» (Bal 1999) y la multitemporalidad de dichos actos (Rothberg 2009), quisiéramos prestar atención no solo a los elementos relacionados con el pasado rememorado, sino también a aquellos correspondientes al presente de la rememoración (sus actores, marcos, lugares, nodos, dispositivos, usos, políticas-estéticas, etc.).

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Resumo

O colóquio internacional “Outro espectro percorre o mundo. Práticas, políticas e estéticas memorialísticas da escravidão na América Latina e no Caribe” propõe reunir acadêmicos de diferentes disciplinas, ativistas e artistas para examinar e debater as formas em que a memória da escravidão continua a marcar as sociedades contemporâneas. Em um momento de crescente ascensão da extrema direita global e suas tentativas de desvirtuar ou eliminar a responsabilidade histórica frente aos horrores do passado, este congresso se apresenta como um espaço vital para a reflexão sobre imaginários da violência. Enquanto os trabalhos em torno do Atlântico negro e seus respectivos processos de escravização na sociedade norte-americana se tornaram visíveis, pouco se prestou atenção à sua contraparte ao sul do Rio Bravo. Portanto, no âmbito deste colóquio transdisciplinar, focaremos na memória coletiva em torno da escravidão na América Latina e no Caribe, reconhecendo sua profundidade, complexidade e consequências contemporâneas, desde uma perspectiva cultural, pós-colonial e decolonial.

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A escravidão e o tráfico de escravos representam um dos capítulos mais sombrios e persistentes da civilização humana, deixando uma marca indelével nas sociedades, culturas e indivíduos em todo o mundo. Este legado de horror se manifesta de maneira especialmente profunda em sociedades atravessadas pela cultura da plantation, que serviu como princípio e fim do tráfico de escravos. Nos últimos anos, marcados por eventos impactantes como o assassinato de George Floyd, o movimento de derrubada de estátuas e os crescentes apelos por julgamentos e reparações, surgiu um crescente interesse em explorar a intrincada e multifacetada relação entre a memória e o legado da escravização em diversos espaços, como debates públicos, agendas culturais, universidades, redes sociais e fóruns políticos, agrupamentos de ativistas e movimentos de pensamento afro, entre outros.

Vivemos em um tempo em que as memórias, como aponta Huyssen (2003), ocupam um lugar primordial nas agendas políticas e sociais, nos meios de comunicação e nas produções culturais e estéticas. Vivemos também em um tempo de desmemórias, de lutas de memórias e de urgência de memórias. No contexto latino-americano e caribenho, as constantes reflexões sobre os processos de conquista, colonização, independências e Modernidades constituem a base de uma longa tradição de processos memorialísticos que buscam compreender o passado para se afirmar no presente e se projetar para o futuro. Esses passados emergem como violência contra culturas ancestrais, territórios, meio ambiente, tradições religiosas não cristãs e, especialmente, culturas negras. Ao mesmo tempo, esses processos memorialísticos mostram um explícito propósito de reivindicar e dar visibilidade a grupos sociais excluídos, explorados e aniquilados. Na atual pulsão memorialística, a questão negra, abordada, entre outras, por teorias e práticas decoloniais (Maldonado-Torres et al. 2018, Castro-Gomez et al. 2014) e afrofeminismos (Carneiro 2011, Ribeiro 2019, Curiel/Falcony 2021), propiciou um fecundo entrecruzamento entre “o ciclo da raça” (Laó Montes 2011, 2013) e os estudos mnemônicos em torno da escravidão na América Latina e no Caribe (Vergès 2006, Rediker 2007, Kilomba 2008, Trouillot 2015, Araujo 2020, Fernández Campa 2023). Seguindo uma longa reflexão em torno de questões de raça e subalternidade (Fanon 1962 e 1961), a perspectiva decolonial nos convida a questionar e desmantelar as estruturas de poder/saber impostas pelo colonialismo, explorando como essas estruturas continuam influenciando as narrativas e representações da escravidão.

Um espectro percorre o mundo, e esse espectro já não é, como propunha Derrida, o espectro de Marx, mas o da escravidão, que, sem ter ido embora totalmente, retorna e reencena (re-enact) as violências e resistências associadas a ela (Owusu 2019). A espectralidade, entendida como uma forma de conexão que se estabelece na distância, supõe um constante devir, uma união no não visível, no indizível ou sussurrado. Onde a possibilidade de testemunhar parece impossível no silêncio ou na ausência de palavra, o espectro atua como testemunha de sua própria não presença. Os espectros testemunham ausências e, por sua vez, atestam o que não pode ser testemunhado. A presença desse espectro nunca totalmente desaparecido, sua latência e sua força contestam os processos de silenciamento e apagamento a que a memória negra foi submetida dentro das gramáticas culturais locais e globais. Mas, acima de tudo, o fantasma da escravidão torna visíveis os modos em que as comunidades negras tomam a voz e colocam seus corpos no amplo diapasão de suas resistências. Partindo da noção de espectralidade (Derrida 1994, Baucom 2005, Malabou 2010, Fischer 2013), o Congresso Internacional «Outro espectro percorre o mundo. Práticas, políticas e estéticas memorialísticas da escravidão na América Latina e no Caribe» convida acadêmicos, ativistas e profissionais a refletirem sobre as contribuições, modos/nós, dispositivos e agenciamentos dessas memórias na nossa contemporaneidade, considerando a perspectiva decolonial e os debates sobre reparações. Seguindo a ideia de «atos de memória» (Bal 1999) e a multitemporalidade desses atos, gostaríamos de prestar atenção não apenas aos elementos relacionados ao passado rememorado, mas também àqueles correspondentes ao presente da rememoração (seus atores, marcos, lugares, nós, dispositivos, usos, políticas-estéticas, etc.).

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Summary 

The international colloquium “Another spectre is haunting the world. Memory practices, politics and aesthetics of slavery in Latin America and the Caribbean” will bring together academics, activists and artists from different disciplines to examine and debate the ways in which postslavery memory continues to leave its mark on contemporary societies. At a time when the global extreme right is on the rise, along with its attempts to nullify or eliminate historical responsibility vis-à-vis the horrors of the past, this conference presents an essential space for reflecting on the imaginaries of violence. While works about the Black Atlantic and its respective processes of enslavement in USA society have become visible, attention has barely been paid to its counterpart south of the Río Bravo. Therefore, within the framework of this transdisciplinary colloquium, we shall focus on the collective memory of slavery in Latin America and the Caribbean, recognising its depth, complexity and its contemporary consequences, from a cultural, postcolonial and decolonial perspective. 

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 Slavery and the slave trade represent one of the darkest and longest-lasting chapters of human civilisation, leaving an indelible trace on the societies, cultures and individuals of the whole world. This legacy of horror appears especially deep-rooted in societies that relied on the plantation culture, which served as the beginning and the end of the slave trade. In recent years they have been impacted by events such as the murder of George Floyd, the movement to tear down racist statues and the growing calls for prosecutions and reparations. A growing interest has emerged in exploring the intricate and multifaceted relationship between memory and the legacy of slavery in different spaces, in public debates, cultural agendas, universities, social networks and political forums, groups of activists and movements concerned with African thinking, among others. 

We live in a time in which memories, as Huyssen (2003) points out, occupy a primary place in political and social agendas, the media and cultural and aesthetic productions. We also live in a time of forgetfulness, memory struggles and the pressing need for memories. In the Latin American and Caribbean context, constant reflections on the processes of conquest, colonisation, independence and Modernity constitute the basis of a long tradition of memorialist processes that seek to understand the past in order to affirm themselves in the present and project themselves into the future. These pasts emerge as violence against ancestral cultures, territories, the environment, non-Christian religious traditions and, especially, Black cultures. At the same time, the said memorialist processes demonstrate an explicit intention to lay claim and give visibility to excluded, exploited and annihilated social groups. 

In the current memorialist drive, the Black question, broached, among others, by decolonial theories and practices (Maldonado-Torres et al. 2018, Castro-Gimez et al. 2014), and Afro-feminisms (Carneiro 2011, Ribeiro 2019, Curiel / Falcony 2021), has favoured a fertile crossover between the fourth race cycle (Laó Montes 2011, 2013) and memory studies of slavery in Latin America and the Caribbean (Vergès 2006, Rediker 2007, Kilomba 2008, Trouillot 2015, Araujo 2020, Fernández Campa 2023). Following a long reflection on issues of race and subalternity (Fanon 1962 and 1961), the decolonial perspective, moreover, invites us to question and dismantle the structures of power/knowledge imposed by colonialism, investigating how these structures continue to influence the narratives and representations of slavery. 

A spectre is haunting the world, and that spectre is no longer, as Derrida proposed, the spectre of Marx, but that of slavery, which, never having gone away altogether, returns and re-enacts the violence and resistance associated with it (Owusu 2019). Spectrality, understood as a kind of connection that is established at a distance, entails a constant becoming, a union in the not visible, in the unspeakable or  the whispered. There, where the possibility of bearing witness seems impossible in the silence or absence of the word, the spectre acts as a witness of its own non presence. The spectres bear witness to absences and, in turn, attest to what cannot be witnessed. The presence of this spectre that has never completely disappeared, its latency and its strength challenge the processes of silencing and erasure to which Black memory has been subjected within local and global cultural grammars. But, above all, the phantasm of slavery renders visible the ways in which Black communities speak up and place their bodies in the broad diapason of their resistance. 

Taking as our point of departure the notion of spectrality (Derrida 1994; Baucom 2005; Malabou 2010; Fischer 2013), the International Conference “Another spectre is haunting the world. Memory practices, policies and aesthetics of slavery in Latin America and the Caribbean” invites academics, activists and professionals to reflect on the contributions, modes/nodes, devices and agency of these memories from the standpoint of our present, bearing in mind the decolonial perspective and the debates on reparations. Following the idea of “acts of memory” (Bal 1999) and the multitemporality of those acts (Rothberg 2009), we would like to focus not only on elements related to the remembered past, but also those elements that correspond to the present time of remembering (actors, frames, places, nodes, devices, uses, aesthetic politics, etc.). 

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