“Me quiero ir de aquí en parte porque nadie aquí quiere enfrentar esa realidad.”
Así dijo uno de los asistentes luego de la primera proyección del documental anoche. Transpiró, no sólo en este comentario sino en otros, que hubo una expectativa generada en la audiencia de que el documental abordaría los años siguientes al ajusticiamiento de 1961. Aunque la sinopsis advierte que Después de Trujillo narra la dictadura para ver cómo afectó el espacio, y luego examina la presencia duradera del dictador en el espacio y en la memoria, las dos palabras “después de” sugería para algunos que sería una narración de las revueltas políticas de los años posteriores a la Era de Trujillo, abordando el proyecto de construir el orden democrático, y los diferentes modos en que se frustró y—dijeron varios—se sigue frustrando. La confusión con el nombre dio para hablar durante el foro, y nos dejó a Jorge y a mí conversando sobre el tema largo rato después del evento.
¿Por qué esa interpretación del título se alejó de nuestra intención?
¿Cómo entender el malestar de que no habíamos cumplido con la expectativa?
Tengo un par de reflexiones al respecto…
Word play
Aunque la intención no lo es todo, ni debe serlo, está allí. El título Después de Trujillo surgió de un juego de palabras, pero uno que no resultó del todo en español. Algo se perdió en la traducción de mi proceso de pensar entre dos lenguas, una adquirida, otra nativa. Buscaba el doble sentido que el mismo título tendría en inglés para sugerir los dos ejes del documental. After Trujillo puede significar “en el estilo de o inspirado por Trujillo,” como funciona en alemán con nach o francés con d’après. También puede referirse a una condición temporal que no necesariamente tiene que significar “a continuación,” sino una posterioridad o más inmediata (después que suba al poder), o más lejana que, en el caso nuestro, no seguiría una línea de tiempo del 1961 hasta la actualidad, sino que examinaría lo qué queda de Trujillo en la memoria y en el espacio hoy.
Silencio histórico
En el foro que siguió la proyección en la PUCMM, el 22 de noviembre, varios comentaron sobre el ruido que el título les hizo. Querían hablar de la política pos-Trujillo: la elección de Juan Bosch en 1962; la Revolución de Abril; la ocupación norteamericana de 1965, y luego los llamados “Doce años” de Joaquín Balaguer… Estos, algunos nos comentaron luego, deberían llamarse “dictadura” también, pero nadie lo hace. Es un tema quizás tabú. La ausencia de Balaguer y esos años intermedios entre 1961 y la actualidad se hizo notorio—un tema que, precisamente porque no se aborda en la discusión pública/política del país, hizo que ese silencio en el documental fuese aun más problemático. Después de Trujillo visibiliza algunos temas no-resueltos de la Era de Trujillo—sobre todo, los lugares residuales que contrastan tan fuertemente con los sitios de memoria tan bien cuidados, tan oficialmente enmarcados en el discurso de las políticas de memoria, y tan visitados. El deterioro de algunos lugares de la Feria de la Paz y el abandono de la Casa de Caoba son paradigmáticos de una parte del pasado que no ha sido del todo procesado, sugiriendo así que los fantasmas de la dictadura sí siguen rondando. (Hay otros temas, también, que no están en el film, como la falta de reparación jurídica al nivel de abusos del régimen).
Continuidad y ruptura
Ese reclamo del público por hablar de los años de Balaguer también revela algo interesante: una fuga en el discurso conmemorativo convencional que se basa en los monumentos y sitios de memoria que incluimos en el documental. Esto lleva a otra inquietud sobre la vigencia del término “postdictadura” en el contexto dominicano. Si el gobierno de Balaguer representa una continuación de un proyecto (dictatorial) anterior que pesa como una herencia duradera en la política actual y en la psyche nacional, ¿cómo se evalúan los procesos de memoria y reparación que han estado en curso y que sólo se refieren a la Era de Trujillo? Esta pregunta habrá que seguirla pensando, sobre todo porque sí hay un sitio donde se aborda esa continuidad es en el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana. A ese lugar tocará volver para ver en detalle de qué manera se hila esa historia. Tarea pendiente.
El tocayo
La otra pregunta importante aparece por otra vía. Durante el foro uno de los asistentes mencionó un dato que nosotros mismos habíamos descubierto apenas dos semanas antes, cuando ya el documental estaba listo, la página web casi construida, y los DVDs impresos. Existe otro Después de Trujillo. También un documental. También largometraje. Lo realizó en 1974 Jacques Renoirquien recibió una carta blanca para hacer un film en la República Dominicana y lo hizo de la mano de Mario Vargas Llosa, quien hizo entrevistas que luego, en el montaje, puso en diálogo simulado a José Francisco Peña Gómez y a Balaguer. Pero nunca se estrenó, ni se distribuyó. Ya no existen las películas de 35mm. Hay un solo DVD que realizó Renoir, quien afirmó no ser propietario del documental (por un enredo complejo del hecho de ser un encargo hecho por el Gulf and Western y en colaboración con Paramount France), lo que pone en jaque su distribución y socialización entre los dominicanos. Se terminó de mostrar cuarenta años después el 23 de octubre de 2014.
Toca ahora seguir viendo otros cine foros, ahora del tocayo documental, de los cuales hay dos en Internet. En el del estreno en FUNGLODE el entonces presidente Leonel Fernández lo describió como un “retrato fiel de la época” de los trece años entre el ajusticiamiento de Trujillo hasta el 1974 que cuenta esta historia con una cronología presentada de manera muy artística, con flashbacks, con diálogos con los políticos de la época, pero lamentó la ausencia de Juan Bosch en el documental. Según uno de los participantes, Bosch se había negado a participar en el documental porque era un público francés porque consideró que Vargas Llosa quiso mostrarle a él y a Balaguer peleando.
Doctora en Estudios Culturales Latinoamericanos (Universidad de Londres, 2011) donde fui becaria del Arts & Humanities Research Council. Soy Profesora de Historia de Arte y Estudios Interdisciplinarios en la Universidad de Essex, Reino Unido. Fui Investigadora Postdoctoral en el proyecto "Modernidad y Paisaje en América Latina: Política, Estétcia, Ecología" en la Universidad de Zúrich, Suiza, y antes profesora de la Universidad Simón Bolívar, Universidad Central de Venezuela, y Universidad de Leeds, Reino Unido. Mi investigación se centra en la modernidad en América Latina, y sus manifestaciones en el espacio, la cultura visual, la política y la memoria. En 2017 publiqué el libro "Spectacular Modernity: Dictatorship, Space, and Visuality in Venezuela 1948-1958" con la University of Pittsburgh Press en 2017. Actualmente estoy co-editando, Downward Spiral: El Helicoide's Descent from Mall to Prison (UR, 2017), sobre una ruina moderna en Caracas.
Nuestra última proyección en la República Dominicana durante nuestro viaje de noviembre-diciembre de 2016 se hizo en compañía muy especial. Contamos con la participación de...
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