Luego del viaje de campo que realizamos en mayo y junio de 2015, al llegar a Zúrich empecé a trabajar en los materiales recolectados y a escribir un primer artículo sobre las relaciones entre paisaje y memoria cultural de la postdictadura. Era de esperarse pero igualmente, estando en RD, me llamó la atención la visibilidad de las Hermanas Mirabal como sujetos históricos conmemorados. Ya había leído In the Time of the Butterflies (1994) de Julia Álvarez, y tenía una idea de la Casa Museo, pero visitar el lugar comprobó el hecho de que se había concretado realmente un imaginario establecido y convencional acerca de las Mirabal. Me preguntaba si se habían convertido, no tanto en figuras accesibles, sino en sujetos “monumentalizados” literaria- y museográficamente – es decir, una “reificación del pasado en un bloque conmemorativo sin ninguna fisura que lo abra a sus contradicciones”, como la teórica chilena Nelly Richard concibe el monumento convencional en su ensayo “Las marcas del destrozo y su reconjugación en plural.”
Si el discurso conmemorativo acerca de ellas se había consolidado como algo convencional y familiar, ¿esto no atentaría contra la necesidad de generar un choque en quien se encuentre con su legado? La crítica Marianne Hirsh ha escrito sobre la “postmemoria” como una fase de la memoria cultural (Assman y Czaplicka, 1995) en la cual con el paso del tiempo los hechos históricos originales se van retirando más y más de nuestro alcance. Cuando los “testigos” iniciales (quienes vivieron esos sucesos) ya no están, entonces la transmisión de la memoria enfrenta nuevos retos: debe hacer una conexión con personas que no tienen una referencia vivencias de esa historia que se les pide rememorar. Después de todo, los lugares de memoria se enfrentan al desafío de hacer presentes ‘las ausencias afectivas y políticas impuestas por la dictadura’, como ha escrito mi colega Jens Andermann.
En el artículo que publiqué en la revista Mitologías Hoy exploré la hipótesis de que la conversión de las Mirabal en figuras monumentalizadas podría aplanar las respuestas afectivas a su historia, realizando análisis de su representación en lugares como el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, la novela de Julia Álvarez, y la Casa Museo Hermanas Mirabal. Me preguntaba si, en cambio, el Jardín Memorial -mucho menos conocido y menos visitado- podría entenderse como un sitio de trauma donde se especializan testimonios materiales de la violencia de la Era de Trujillo. Esta discusión la desarrollé atendiendo a recientes textos críticos sobre postdictadura y lugares de memoria en el contexto del Cono Sur, para pensar en la casa arruinada de Patria Mirabal y el Jardín Memorial como lo que Patricia Viola llama un “sitio de trauma.” Eso es, un lugar que es testimonio material de la violencia.
Mitologías Hoy es una revista de libre acceso, por lo que el artículo quedó publicado en línea. Para descargarlo, cliquea aquí: Blackmore, Mitologias Vol. 12 (2015)
Lisa Blackmore
Doctora en Estudios Culturales Latinoamericanos (Universidad de Londres, 2011) donde fui becaria del Arts & Humanities Research Council. Soy Profesora de Historia de Arte y Estudios Interdisciplinarios en la Universidad de Essex, Reino Unido. Fui Investigadora Postdoctoral en el proyecto "Modernidad y Paisaje en América Latina: Política, Estétcia, Ecología" en la Universidad de Zúrich, Suiza, y antes profesora de la Universidad Simón Bolívar, Universidad Central de Venezuela, y Universidad de Leeds, Reino Unido. Mi investigación se centra en la modernidad en América Latina, y sus manifestaciones en el espacio, la cultura visual, la política y la memoria. En 2017 publiqué el libro "Spectacular Modernity: Dictatorship, Space, and Visuality in Venezuela 1948-1958" con la University of Pittsburgh Press en 2017. Actualmente estoy co-editando, Downward Spiral: El Helicoide's Descent from Mall to Prison (UR, 2017), sobre una ruina moderna en Caracas.
http://www.phil.uzh.ch/elearning/blog/modernity-and-landscape/lisa-blackmore/
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