A partir del año 2000, la presencia de los rumanos se acentúa en España (Viruela Martínez 2006; Tamames 2008), debido a una serie de factores. Destaca la introducción de varias leyes que favorecieron la inmigración, como, por ejemplo, la eliminación de los visados en 2002 (Buzilă 2016: 17) al igual que el desarrollo económico general de España que generó un número elevado de puestos nuevos de trabajo (Tamames 2008). Asimismo, tuvieron impacto la situación económica de Rumanía y el continuo aumento de los movimientos migratorios rumanos tanto internos como externos que empezaron después de la muerte de Ceaușescu a finales del año 1989 (Caeiro García 2010). Por último, la cercanía lingüística y cultural del rumano con las lenguas iberorrománicas también facilitó la inmigración rumana en España.
Desde un punto de vista lingüístico, la presencia rumana en la península ibérica y el consiguiente contacto continuo e intenso entre el rumano y las lenguas iberorrománicas favorece la aparición de distintos fenómenos de contacto en el habla de los inmigrantes rumanos. Tales fenómenos pueden ser observados en ambas direcciones del contacto, es decir, tanto cuando los inmigrantes rumanos hablan en rumano como cuando utilizan la lengua iberorrománica de contacto. En la última década, esta situación de contacto lingüístico ha sido estudiada por diversos investigadores, enfocando fenómenos de contacto en concreto o tratando aspectos lingüísticos y sociolingüísticos en general. Entre las publicaciones resultantes se encuentran, por ejemplo, Petrescu (2005), Mihalcea (2007), Tercero (2010) y Munteanu Colán (2009) quienes han intentado definir las nuevas variedades lingüísticas utilizando el término rumañol. Otros investigadores como Roesler (2007) y Schulte (2012) analizan el español hablado por los rumanos de Alicante y Castellón de la Plana, respectivamente. El primer trabajo se centra más en los errores de adquisición, mientras que en el segundo se habla de una nueva variedad del español. Asimismo, se encuentran publicaciones que se centran en el estudio del rumano hablado por los rumanos de España (Buzilă 2016; Munteanu Colán 2011). No obstante, es un área de investigación que todavía tiene muchos aspectos por cubrir.